Proselitismo del software libre
En la mayoría de casos la decisión de utilizar programas de software libre es más conveniente que la de utilizar sus alternativas cerradas. La relación esfuerzo-beneficio muchas veces no compensa al consumir software privativo o de pago.
No hablo solo del precio, que muchas veces es abusivo, porque podremos opinar que pirateando ya esquivariamos el coste. Pero recordemos que instalar en nuestro ordenador programas obtenidos de webs de dudosa moralidad puede incluir un suplemento no deseado. Los virus o el malware abundan en los portales de piratería. Además, como creador de software, siempre rechazaré la copia ilegal abogando por pagar el precio que otros autores han decidido poner a sus productos.
Pero lo dicho, el inconveniente que tiene el software privado no queda en el precio. Porque una vez lo hayamos pagado tendremos que lidiar con las licencias, las suscripciones, los añadidos no solicitados y las restricciones que el fabricante impone. O con su curva de aprendizaje, que tras superarla se nos hará más difícil dejar de utilizar ese producto en un futuro. Todo esto lo tenemos que evaluar cuando decidamos pasar por el aro y adquirir este tipo de software, sobretodo si al compararlo con su alternativa libre solo añade unas pocas características que a penas utilizaremos.
El software libre es más accesible para la población con menos recursos, usarlo es una forma de apoyarlo y hacer que se extienda y mejore. Te animo a probar alternativas libres a los programas que usas diariamente. Además, es probable que ya estés utilizando alguno. Hay mucho software libre que no tienen una alternativa privativa viable, su calidad y potencia han extendido su uso tanto en el campo profesional como el personal. Ejemplos de esto serían Blender, Krita, VideoLAN, OBS o el sistema operativo Linux.