Las redes sociales no son imparciales
Detrás de las principales redes sociales hay un modelo de negocio muy retorcido para atraer visitas. Y digo retorcido porque es el mismo visitante el que genera contenido para atraer a otros usuarios, es decir, hace tanto de cliente como de empleado. Luego será la tecnología que haya detrás de la plataforma la encargada de priorizar unas publicaciones sobre otras, favoreciendo siempre las preferencias lucrativas y propagandísticas del grupo de ricos americanos que son sus dueños.
El funcionamiento de una red social está basado en una serie de trucos para mantener enganchadas a las personas que las navegan. Las publicaciones efímeras, la colocación del contenido en un orden determinado o el uso de artimañas en sus titulares son tácticas para estimularnos e incentivarnos a continuar consumiendolas.
Por todo esto las redes sociales están lejos de ser ideológicamente asépticas o mentalmente salubres. Tengamos presente que al visitarlas perpetuamos sus dinámicas, ya sea al adquirir o al generar contenido en ellas. Propongo seguir otros caminos para encontrar aquello que las redes sociales nos aportan. Y promover iniciativas autogestionadas utilizándolas, ya sea como individuos o desde nuestros colectivos.